Economía

Sheriff, la empresa que monopoliza la Moldavia de Putin

  • Transnistria limita con Ucrania y se declaró independiente de Moldavia en 1990
  • Sheriff comenzó como empresa de seguridad y ya tiene hasta un equipo Champions
  • La fortuna de Viktor Gushan, fundador de Sheriff, podría ascender a 2.400 millones
Un establecimiento de la empresa Sheriff en Tiraspol, la capital de Transnistria

La región de Transnistria es una franja de terreno que oficialmente pertenece a Moldavia, pero en la práctica, desde 1990 funciona como un país independiente. La mayoría de sus cerca de 520.000 habitantes no habla rumano, como en Rumanía y Moldavia -en Moldavia llaman moldavo al rumano-, sino ruso, y en esta zona limítrofe con Ucrania el Gobierno es totalmente prorruso y se asientan tropas del Kremlin.

El nombre oficial de la región de Transnistria es República Moldava Pridnestroviana o bien República Moldava del Dniéster, el río que separa el territorio del resto de Moldavia. El 'país' no tiene reconocimiento oficial como tal por parte de estado alguno, más allá del apoyo ruso. Para el mundo, Transnistria es parte de Moldavia, que se refiere al enclave como Unidad territorial autónoma con un estatus jurídico especial de Transnistria.

La región declaró su independencia en 1990 y la consecuencia fue el estallido de la denominada Guerra de Transnistria, que incluyo a actores ahora posicionados totalmente en contra de su independencia, como efectivos voluntarios llegados desde Ucrania. En este conflicto bélico participaron desde 1990, por un lado, la Guardia Republicana de Transnistria, milicianos y unidades cosacas, apoyadas por el 14 Ejército ruso contra la Policía y el Ejército de Moldavia. Más tarde entrarían más actores, como los citados voluntarios ucranianos, que combatieron junto con voluntarios de Rusia en el lado prorruso, y voluntarios rumanos en el bando contrario.

La guerra se intensificó el 1 de marzo de 1992, coincidiendo con el acceso de la recién independizada Moldavia a la ONU y, alternándose con algunos periodos de alto el fuego. Se prolongó durante toda la primavera y hasta el verano de 1992, cuando se concretó un alto el fuego definitivo que ha sido respetado hasta ahora.

Es decir, la guerra duró hasta 1992 y mientras tanto cayó el Muro de Berlín y la Unión Soviética, que sin embargo sigue muy presente en Transnistria. La región de Transistria había pertenecido al Rus de Kiev, la capital ucraniana, hasta que fue anexionado a la URSS tras la ocupación de Besarabia en la Segunda Guerra Mundial, como el resto de Moldavia, que le fue arrebatado por los soviéticos a Rumanía. La guerra se saldó con unos 9.000 muertos en el bando prorruso y cerca de 11.000 en el rumano-moldavo.

La población actual de Transnistria apoya a Rusia en su invasión de Ucrania y las autoridades ucranianas llevan dos años temiendo que de de la región prorrusa partan tropas hacia su territorio. Tambien preocupa la cercanía del lugar con Odesa, ciudad que Rusia considera fundamental conquistar. Y es que la situación estratégica de Transnitria, región que parece parada en el tiempo, es clave para los intereses rusos.

Mantiene los símbolos soviéticos

La bandera de Transnistria es una versión de la desaparecida bandera de la República Socialista Soviética de Moldavia. Se convirtió en uno de los símbolos oficiales de Transnistria en el año 2000, ya que aparece descrita en la Ley de los Símbolos del Estado. Incluye la hoz y el martillo sin complejo alguno y, como para los rusos, no es porque sus dirigentes se sigan sitendo comunistas; al contrario, se han 'especializado' en el comercio con la pauta más capitalista posible. El símbolo comunista evoca al pasado colonial de la URSS y, sobre todo, una oposición frontal a Occidente.

El escudo de Transnistria también tiene mucho de soviético. Es una versión remodelada del escudo de armas de la República Socialista Soviética de Moldavia que fue sustituida por el Gobierno moldavo después del batacazo de la Unión Soviética en 1991. Lo que más se ve, sin duda, es la hoz y el martillo, aunque también figuran espigas de trigo, mazorcas de maíz y racimos y hojas de vid. También figura "República Moldava de Transnistria" en ruso, moldavo (rumano) y ucraniano y en la parte superior del escudo se incluye la estrella roja.

Como la bandera, se supone que el escudo simboliza el legado histórico de Transnistria y no debe interpretarse como una adhesión al comunismo o a la Unión Soviética. En cuanto a la simpatía de Transnitria por Rusia, no cabe duda alguna.

De firma de seguridad a acapararlo todo

Todos estos hechos han posibilitado que, con el tiempo, en esta región de Moldavia netamente prorrusa desde hace más de 30 años se haya impuesto casi en exclusiva una empresa que lo monopoliza casi todo. Se trata de Sheriff, una firma que comenzó como una empresa de seguridad y que ha acabado haciéndose con la mayor parte del comercio en Transnistria, donde por todas partes puede leerse "Sheriff".

Sheriff, cuyos colores son los de la bandera rusa, es un conclomerado privado de empresas que tiene mucho que ver con lo que Rusia quiere que sea Transtristria. Decir Transnistria es decir Sheriff y la compañía ha influido de forma significativa en su desarrollo económico y político. La compañía fue fundada el 23 de junio de 1993 por dos antiguos miembros locales de de los servicios secretos de la república soviética, Viktor Gushan e Ilya Kazmaly.

Desde sus orígenes recibió ayudas del gobierno transnistrio para desarrollar sus negocios en distintos sectores de la economía y ha acabado contando con refinerías, gasolineras, grandes almacenes, supermercados y todo tipo de establecimientos, gimnasios, empresas de telecomunicaciones, bebidas alcohólicas y tabaco.

Sheriff ha logrado acaparar el mercado transnistrio casi por completo. Además, al no tener Transnistria reconocimiento internacional como estado y sí el apoyo de las autoridades locales prorrusas, que incluso la eximen de impuestos, la empresa actúa a demanda y no permite que otros le hagan la competencia.

Un equipo capaz de ganar al Real Madrid

La empresa Sheriff se ha convertido en el referente comercial de Transnistria en todos los sectores, incluso en el mundo del fútbol. Tras comenzar a diversificar el negocio, que mantiene exclusivamente en Transnistria, el 4 de abril de 1997 también fundó y dio nombre a su propio equipo de fútbol, el Sheriff Tiraspol, asentado en la capital transnistria.

Su gran rival es el FC Tiraspol, así como los equipos moldavos. Juega la competición División Nacional de Moldavia, donde arrasa; y también suele estar presente en la Champions League. De hecho, el 28 septiembre de 2021 llegó a ganar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu por 1-2, aunque después el equipo blanco se impuso en el Stadionul Sheriff, el campo del Sheriff Tiraspol, donde ganó por 0-3.

El Sheriff Tiraspol es consecuencia de la existencia de la empresa Sheriff, como lo es su estadio. El Stadionul Sheriff comenzó a construirse 1 de agosto de 2000 y fue inaugurado menos de dos años después, en julio de 2002. Tiene capacidad para más de 14.000 espectadores y cumple con la normativa UEFA, por lo que también ha sido elegido en varias ocasiones, sorprendentemente, por la selección de Moldavia para disputar partidos internacionales. Claro, que se trata del primer y único estadio moldavo reconocido por la UEFA para encuentros internacionales.

La inversión en el estadio fue de más de 200 millones de dólares. Incluye un complejo con ocho campos de entrenamiento, viviendas para los futbolistas del primer equipo, un hotel de cinco estrellas y una escuela de fútbol para niños.

Monopolio prorruso

Los negocios de Sheriff nunca han dejado de crecer. En 1998 abrió su primera gasolinera, la operadora de telecomunicaciones Interdnestrecom, y una constructora que asumió casi todas las obras de infraestructuras regionales. Un año después, Sheriff creó una división editorial y un canal propio de televisión, y la compañía también es la distribuidora en exclusiva para la región de las marcas de automóviles Mercedes-Benz y Mitsubishi.

Sheriff es, además, responsable de la agencia publicitaria AdAgency Klassika, cuenta con su propia compañía de telefonía móvil y los alojamientos en la región son cosa suya casi en exclusiva.

Sin el beneplácito de las autoridades de Transnistria, Sheriff nunca podría haber llegado tan lejos, pero nunca le ha faltado apoyo. El gobierno de Igor Smirnov (1991-2011), cuyo hijo Oleg ha sido directivo en la cúpula del conglomerado, colaboró con los dirigentes de Sheriff para establecer un sistema económico que no les hiciese depender del resto de Moldavia a cambio de subvenciones, reducciones de impuestos y concesiones de obras.

Se convirtió así en la única compañía que podía importar productos del exterior y comerciar con otras divisas que no fueran el rublo transnistrio, lo que suponía un monopolio de facto sobre la economía local. Además, Sheriff ha sido acusada en ocasiones de contrabando y de blanquear dinero, hecho que sus responsables siempre han negado.

Enclave estratégico

Rusia se ha empeñado en tener en Transnistria una avanzadilla del país, ha contribuido con su financiación a la economía de la zona y ha establecido allí tropas. El enclave podría ser fundamental para la invasión de Odesa, que tanto anhela el Kremlin, aunque una acción militar en la zona podría reventar la situación e implicar a la OTAN.

Las autoridades moldavas están preocupadas. La presidenta del país, Maia Sandu, ha planteado la posibilidad que Moldavia se incorpore ya a la Unión Europea, a la que sí pertenece Rumanía, sin resolver antes el problema abierto con Transnistria, lo cual se pondría a Rusia en contra.

Moldavia también ha suspendido el acuerdo que limita las tropas extranjeras en su territorio y ha abierto su espacio aéreo a otros actores, puesto que no tiene aviación de combate y recela ampliamente de Rusia y de la cruzada en Ucrania de Vladimir Putin, y más después de que las autoridades de Transnistria pidieran ayuda a Moscú.

Quién es Viktor Gushan

Sheriff controla cerca del 80% del comercio de Trasnistria de manera legal y sus detractores apuntan a que también tiene amplia mano en el ilegal, especialmente en el contrabando de todo tipo de productos, sobre todo tabaco y alcohol. Al frente de la compañía se mantiene uno de sus fundadores, Viktor Gushan. Tiene su propio partido político, Renovación, que es mayoritario en el parlamento local. Se le acusa de mafioso y de corrupto, además de acaparador de la economía local.

Sheriff tiene el monopolio en la importación de tabaco y bebidas alcohólicas y además está exenta de muchos aranceles. Según la prensa rusa, el consorcio pagó solo 7 millones de dólares en impuestos entre 2006 y 2011, cuando debería haber pagado cerca de 1.000 millones.

Las cuentas reales de Sheriff no suelen hacerse pública, pero Forbes calcula que el oligarca Viktor Gushan tiene una fortuna de 2.300 millones de euros, aunque la empresa aporta solvencia a Transnistria y en la práctica nadie se atreve a cuestionar a Sheriff y a sus responsables, y mucho menos a Viktor Gushan, un hombre temido por los transnistrios que hace y deshace a demanda con la connivencia de Rusia.

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